martes, 30 de julio de 2013

¡¡Un añito!!





¡Este domingo, el Rey de la casa cumplirá su primer añito! Me gustaría dedicarle el post de hoy repasando lo que ha significado para nuestras vidas su llegada, todo lo que ha cambiado él y lo que nos ha cambiado a nosotros. Porque te lo pueden contar y te lo puedes imaginar pero hasta que no lo vives no lo sabes de verdad. Y el sentimiento.. ¿Cuántas veces hemos escuchado lo de que no sabrás nunca lo que te quiere tu madre hasta que lo seas? Pues es cierto también que ese amor es el más poderoso que existe y, además, es irreversible porque nos acompañará hasta nuestro último día.

Pues bien, hace un año estaba salida de cuentas y aguantando el dolor de espalda como buenamente podía mientras me acostaba cada noche pensando que me iba a poner de parto. Y al fin, la madrugada del 4 de agosto sucedió. Rompí aguas, comencé a tener contracciones y tranquilamente fuimos hacia el hospital con los bártulos preparados desde hacía ya unos cuantos días. El parto fue muy largo y, como sabéis, acabó en cesárea. En cuanto lo vi supe que hay sueños que se hacen realidad. El primer mes fue el más duro porque un posparto en pleno agosto es agotador: el calor, los puntos, no dormir, la cuarentena... y si le sumas un inicio de lactancia materna doloroso, ya le pones la guinda al pastel. Pero todo pasa y al final le coges el tranquillo al asunto.

Por circunstancias de la vida, he podido disfrutar de este primer año de mi hijo con él las 24 horas ya que no he trabajado. Si eres una persona acostumbrada a hacer muchas cosas a la vez, cuesta hacerse con este nuevo ritmo de vida. Pero vale la pena saborearlo y apreciar esta posibilidad ya que, a lo mejor, cuando tengas un segundo hijo ya no tienes esa oportunidad y te da pena no poderle dar las atenciones que recibió el primero. He estado con él absolutamente todos los días y lo he visto aprender a reír, sentarse, coger los juguetes, dar palmadas, darse la vuelta en la cama, gatear, balbucear, ponerse de pie y ahora está a puntito de caminar. También me gustaría llevarle de la manita por lo menos su primer día de guardería en septiembre. Dicen que las madres lloran más que los niños en ese momento. Con lo sensible que estoy, se me hace un nudo en la garganta sólo el imaginarlo. Pero sé que se lo va a pasar tan bien que no me voy a arrepentir ni un segundo de esta decisión.

Ser madre ha dado un vuelco a mi vida. Lo adaptas todo a esa criatura. Se acabó el ir a cenar o quedar para la cervecita de las ocho y los planes improvisados durante la tarde como meterte en un cine o ir a la playa. Porque ya lo comenté en un post, ir a la playa con críos requiere muchas ganas y ánimo. Te cuelgan bártulos hasta de las orejas. Por supuesto que no nos hemos encerrado en casa porque siempre podemos salir por separado o dejar al niño con los abuelos. Pero no hay que olvidar que ellos también tienen su vida y que un niño de esta edad requiere atención cada minuto. La relación con los amigos sin hijos cambia sensiblemente porque dejan de incluirte en muchos planes. Y no lo critico, supongo que es algo natural, el chip es muy diferente.  Hace un par de semanas tuvimos una comida en casa de unos amigos sin hijos. Fuimos tres parejas con críos. Hacía años que no organizaban una comida y creo que van a pasar unos cuantos más hasta que repitan la invitación. Había dos niñas de tres años, otra de casi dos y el mío de 11 meses. Las carreras por el pasillo y los gritos fueron una constante. Lo peor fue que se rozó la tragedia cuando una de ellas sacó los rotuladores y se acercó a una pared (apunte de cara al futuro: requisar la bolsa de pinturas mi hijo cuando vayamos de visita a otra casa). Por suerte no hubo que lamentar ningún graffiti pero estoy convencida de que, en cuanto salimos por la puerta, nuestros anfitriones saborearon la paz más absoluta.

La valoración de este año es fantástica. Cada día nos decimos que nos encantaría que nuestro hijo se quedara así de pequeño. Pero estamos deseando interactuar con él y tenemos muchísimos planes. Este año hemos estado muy limitados porque era pequeño para absolutamente todo. Aún y así, se aprende tanto de ellos! Y lo que queda porque su educación comienza ahora, desde el momento que empieza a comprender algunas cosas. Sólo esperamos hacerlo bien. Como he dicho otras veces, tener amigos alrededor que te lleven ventaja ayuda bastante porque aprendes de sus aciertos y errores. Aunque la máxima es que cada niño es un mundo y cada personalidad es única e intransferible.

El lunes nos marcharemos de vacaciones al apartamento de la playa. No cambiará mucho la rutina en el sentido de que estamos muy cerca, mantendremos horarios y el entorno será familiar. Iremos a la playa, piscina y todo lo tendremos a dos pasos de casa. El fin de semana pasado estuvimos allí y nos quedamos a mi sobrina, cinco meses mayor que mi hijo. Durante 20 horas supimos lo que sería tener dos niños pequeños. Y he de decir que el trabajo no lo dio ella sino el mío que era el que se tiraba de cabeza del sofá, se apoyaba en la mesita con el pico apuntándole en la frente, cogía los vasos de cristal, no se quería dormir por la noche y tantos y tantos etc. Aún y así, fue realmente divertido ("Claro, un día" estáis pensando, eh???)

Así que este domingo soplaremos su primera velita y, además, lo bautizaremos. Ya os contaré qué tal ha ido todo. ¡Felicidades cariño!




5 comentarios:

  1. Muchas felicidades!!! Tanto por el primer año de tu hijo como por la gran ayuda que me esta sirviendo a mi tu blog para mi pequeño de 3 meses!!
    Un saludo!

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  2. ¡Muchas gracias! Que las peripecias de una mami novata como yo sirvan de ayuda es todo un honor, jeje Felicidades por tu pequeñín!

    Un abrazo

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  3. Enhorabuena! Mi pequeño hizo el año hace un mes, y es ahora cuando se ha puesto a andar. Casi me pongo a llorar cuando he leído lo que has dicho de la guardería. Yo seque también lloraré más que él!!!
    www.unamama.com

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  5. Gracias!! Y te felicito a ti también!! Lo de la guardería es precioso porque revives tu etapa escolar a través de él y te das cuenta de que comienza un periodo nuevo. Pero a la vez se despega de ti, se independiza en cierto modo y eso da mucha penita, aish... Por suerte lo veremos tan contento cuando salga que se nos irá rápido la tontería, jaja

    Un beso!

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