lunes, 27 de mayo de 2013

Ser mamá a tiempo completo

Hola de nuevo mamás!!




Hoy quería reflexionar sobre la opción de algunas madres de dedicarse a criar a sus hijos a tiempo completo. Para algunas privilegiadas esta es una elección. Pueden escoger entre trabajar fuera de casa y llevar a sus hijos a la guardería o bien cuidar de ellos quedándose en casa. Pero para muchas otras no hay elección posible. O bien tienen que trabajar para llevar un sueldo a casa o bien se quedan en casa porque desgraciadamente no encuentran trabajo. Por supuesto no me olvido de las muchas mujeres que trabajan fuera de casa porque adoran sus carreras profesionales. Tanto en los casos de las madres que optan por cuidar de sus hijos como las que, por circunstancias especiales, no pueden trabajar en ese momento, me encuentro con mujeres muy felices por poder vivir cada momento del crecimiento de sus hijos. Como hablo de casos que conozco, hablo de madres primerizas que cada día descubren algo nuevo y que, al fin y al cabo, viven el año más importante de la vida de sus pequeños. En el caso de las madres trabajadoras, se las ve tristes cuando deben dejar a sus hijos con 4, 5 o 6 meses en la guardería o con los abuelos.

Con este tema quería señalar una percepción muy personal pero que creo que muchas de vosotras compartiréis. Casi todas las mujeres de hoy en día estudian y se preparan para desarrollar una buena carrera profesional. Y trabajan, si son afortunadas, en algo que les gusta ganándose más o menos bien la vida (aunque hoy en día ese baremo ya es muy relativo). Pero no conozco a ninguna madre que, de tener la posibilidad de elegir, rechazara la posibilidad de cuidar de su hijo durante todo su primer año de vida y después ya retomar el trabajo.  Algunas hacen de más y de menos para poder estar el máximo tiempo posible con sus hijos juntando baja y lactancia, reduciendo la jornada, pidiendo una excedencia.. Pero los meses pasan volando y todo se acaba.

A veces unas madres miran mal a otras dependiendo de su elección. Y esto me recuerda a los bandos de las pro lactancia materna y las que escogen el biberón. y, una vez más, me niego a posicionarme en un extremo. Respeto muchísimo a las que se quedan con sus hijos al igual que a las que regresan rápidamente al trabajo. Incluso si lo hacen porque aman su profesión. ¿Quién sabe si le costó muchísimo esfuerzo alcanzar un puesto de responsabilidad y, con la que está cayendo, teme por conservarlo? Desgraciadamente esto sucede. También las hay que no conciben su vida en casa sin trabajar. Por supuesto, el debate radica entre las que pueden escoger ya que cuando no hay elección es absurdo juzgar.

Los niños crecen a una velocidad de vértigo y da pena perderse esos momentos en los que aprenden a hablar, gatear, hacer palmadas... El primer año es absolutamente emocionante. A partir del año también avanzan a pasos de gigante pero creo que es algo diferente. Esta opinión es muy personal pero creo mucho en los beneficios de compartir horas con otros niños y despegarse de los brazos de mamá y papá. Me refiero a la guardería. Como comenté en posts pasados, estoy a favor de llevar a los niños al menos un año a la guardería. Cuando fui a la jornada de puertas abiertas, escuché a una madre preguntar a una cuidadora si recomendaba que los peques estuvieran allí la jornada completa (de 9h a 17h). La cuidadora/educadora respondió que para nada. Comentó que en ningún sitio están mejor que en su casa y que necesitan a sus padres. Realmente ocho horas seguidas en la guardería es muchísimo tiempo. Pero para poderlos recoger antes hay que tener un horario privilegiado o, como no, tirar de abuelos.

Cualquier madre dedicada me parece una súper mujer. Tanto las que trabajan en casa (si, digo trabajar porque hay mujeres que cobran por hacer las tareas del hogar y muchas se lo hacen solitas además de otras muchas cosas), como las que lo hacen fuera y cuando llegan a casa no pueden sentarse en el sofá. Así que mi admiración para todas ellas y mi reclamo para una mejor conciliación familiar. Como siempre, otros países van unos pasos por delante en este sentido. Mejores condiciones de baja maternal y más facilidades para conciliar trabajo y família. Tal vez algún día aprendamos pero me temo que lo veo muy lejano.

Así que aprovechad todos los momentos que tengáis con vuestr@s pequeñ@s, sean los que sean. Al llegar del trabajo, el fin de semana, las vacaciones... Y si por una de esas vueltas que da la vida ahora estáis en casa, disfrutad el doble porque esos momentos no vuelven!

Un beso

lunes, 20 de mayo de 2013

Best Blog Award

Hola mamis!!!



Mi post de hoy va dedicado a las madres bloggers. Reconozco que no tengo mucho tiempo para bucear entre blogs porque, cuando me pongo, me pasan las horas como minutos y luego se me echa el tiempo encima. Pero el Best Blog Award bien merecía esta dedicación. Así que he ampliado mi número de blogs a seguir y he de reconocer que he visto mucho pero que mucho talento en la red. He comprobado que hay muchas colegas de profesión (periodistas) aficionadas a los Blogs y que se puede aprender muchísimo de otras madres. A parte de que creo que es una muestra de generosidad por parte de cada una de ellas que abran las puertas de su casa y su intimidad para compartir aventuras y desventuras. Las hay divertidas, reivindicativas, tiernas, pedagógicas... Me gusta combinar puntos de vista porque supongo que hay momentos para todo, para leer nuestros problemas comunes de manera desenfadada, para desahogarnos, hablar sin tapujos o echar la lagrimilla incluso.

Voy a seguir con las normas del concurso y a contestar las preguntas que se me piden:

1.- ¿Qué te motivó a escribir tu Blog?

La maternidad supuso para mi una fuente de inspiración y quise compartir esta aventura con otras madres. Con el tiempo he comprobado que es una sensación muy común entre madres de todo el mundo. Nos gusta leer y explicarnos cómo superamos los mismos problemas.

2.- ¿Cómo te ha cambiado la maternidad?

Me ha llenado, me ha completado y me ha hecho mucho más feliz. A parte de esto, me ha vuelto muy sensiblona y de lágrima fácil (cuando se estabilizarán las hormonas???)

3.- ¿Qué cosas decías que no ibas a hacer como madre y que ahora haces?

De momento mi niño es muy pequeño y hago todo lo que cualquier madre haría. Cuando toque educarlo ya llegarán los 'tics'

4.- ¿Qué extrañas de tu vida sin hijos?

Poder salir a cenar y que no se me cierren los ojos a partir de las doce

5.- ¿Tienes mascotas?

No

6.- ¿Qué cosa te da mucha pereza hacer?

Limpiar, pero me encanta la limpieza y el orden.

7.- ¿Qué sitio te gustaría visitar?

Me muero de ganas de que mi peque se haga mayor para poder llevarlo a Disneyworld. No sé quién se lo pasará mejor, él o yo, jeje

8.- ¿Con qué libro disfrutaste muchísimo?

Un mundo sin fin

9.- ¿Navegar en Internet o ver TV?

Cada cosa tiene su momento, ¿no?

10.- Persona que admiras

El fallecido Vicente Ferrer.

11.- Una película que marcó tu vida

Tanto como marcar mi vida... pero de jovencita sentía pasión por Dirty Dancing. La he debido ver una docena de veces o más.
 
Estas son las reglas a seguir:
 
1. Nombrar y agradecer el premio a la persona que te lo concedió y si aún no sigues su blog, debes hacerte seguidor.
2. Hay que responder a 11 preguntas que te formulará quien te lo ha concedido.
3. Debes conceder a 11 blogs que te gusten (tienen que haber empezado hace poco y tener menos de 200 seguidores).
4. Hacer 11 preguntas a las que deberán contestar tus premiados.
5. Informar del premio a los premiados.
6. Visitar los blogs de los que han sido premiados junto contigo.
7. Evita mandar el premio al blog que te lo concedió a ti, para que la cadena no se rompa.
 
Aunque ya lo hice la semana pasada, agradezco de nuevo a Patricia Rodríguez, autora del blog "El camino de la maternidad" que me premiara y aquí van mis once condecorados:
 
 
Me gustaría aconsejaros que leyerais los posts acerca de los Conhijos y Sinhijos del blog http://www.cosasqmepasan.com/. Nuestra compañera hace unas reflexiones divertidísimas acerca del comportamiento típico de los amigos con hijos y los amigos sin hijos. Leeréis graaandes verdades y os reiréis mucho, os lo garantizo. No cambiaría ni una sola coma ;-)
 
Para las que os animéis a seguir con el juego, os pondré también algunas preguntas:
 
1- ¿Qué te aporta escribir tu Blog?
 
2- ¿Cómo definirías a las madres de hoy en día?
 
3- Si te concedieran un premio como madre, sería a "La mamá más...."
 
4- Si te pudieras escapar sola, ¿a dónde lo harías?
 
5- Un libro
 
6- Defínete a ti misma en tres palabras
 
7- El mejor consejo que te han dado
 
8- Una canción
 
9- Un rincón para perderte
 
10- El mejor momento del día
 
11- ¿En qué te ha cambiado la maternidad?
 
Tal vez algunas de mis premiadas ya hayan recibido tiempo atrás el premio por parte de alguna otra madre bloggera. En ese caso, felicidades por partida doble!
 
Un fuerte abrazo a todas y mi admiración a cada una de las que hacéis posible que cada día crezca más y más esta comunidad estupenda de bloggeras en la red.
 
 

domingo, 12 de mayo de 2013

El primer susto duele el doble. ¡Pero a nosotras!

Hola mamis!

Antes de explicaros a qué me refiero con este título tan ambiguo (os he picado la curiosidad?? jeje), me gustaría comentar una iniciativa fantástica que están teniendo madres bloggeras de todo el mundo. Se trata del Best Blog Award, un premio que se concede a través de una cadena de votos entre bloggeras. Si una es escogida entre las once premiadas de una mami, debe seguir la cadena votando once blogs más y respondiendo una serie de preguntas. Las premiadas hacen lo mismo y así sucesivamente. Es una manera original de dar a conocer nuestros Blogs y hacer un reconocimiento a los relatos de otras madres. Pues bien, es un honor para este Blog haber sido votado por una mami venezolana: Patricia Rodríguez, autora del precioso Blog "El camino de la maternidad". Muchísimas gracias Patricia!!

En mi próximo post daré mis once premios. Me hace mucha ilusión formar parte de esta cadena y comprobar que estamos formando una comunidad increíble. De lo que seríamos capaces unidas!! ;-)




Ser madre nos aporta infinidad de satisfacciones y momentos babero. Por momentos babero no me refiero precisamente a dar de comer a nuestros pequeñines. Hablo de esos instantes en los que nos quedamos embobadas mirando a los bebés sonreír, enseñar un diente, hablar, dormir o simplemente mirarnos. Pero los peques también nos dan sustos porque, a partir de cierta edad, se mueven mucho y no se les puede perder de vista ni un instante. Mi hijo no camina todavía pero a sus 9 meses está en ese momento en el que lo dejas sentado en su alfombra y al minuto, no sabes como, está de morros contra el suelo. Cuando no tiene ganas de aguantarse con la mano, se deja caer y mejor que no lo haga sobre algún juguete. A veces me pregunto si dramatiza las cosas para conseguir su más preciado tesoro, el que lo calma todo, el chupete. Desde aquí mi admiración y gratitud para el inventor del chupete. Mi siguiente reconocimiento será para el inventor de la fórmula para quitárselo porque me temo que será una tarea difícil. Recuperando el hilo, como os comentaba, estamos en el momento en que el niño ve algo y lo tiene que coger. Mientras sea algo que tenga a su alcance, no hay problema, pero cuando hay alturas de por medio, mal. Y un descuido de segundos puede ser más que suficiente.

Hace unas semanas pasó lo que os estáis imaginando, mi niño se cayó del cochecito de cabeza buscando aún no sé el qué. Lo acabábamos de desabrochar porque habíamos llegado a casa y el momento de coger él teléfono a escasos centímetros suyos fue lo que tardó en sacar el cuerpo hacia un lado. Os imaginaréis el susto que nos llevamos. El niño lloró cinco minutos, ni uno más, pero había que llevarlo a urgencias porque un coscorrón en la cabeza se ha de mirar. Como os decía, el peque apenas lloró unos minutos pero yo lloré en casa, en el taxi, en urgencias, en radiografías, al salir del hospital, al llegar a casa.... El resto de madres en urgencias me miraban con cara de compasión como si estuvieran viendo un clásico en toda regla. Vamos, que se veía a leguas que era una mamá primeriza viviendo la primera de muchas caídas de su bebé. Durante la espera, mis "compañeras" se dedicaron a explicarme anécdotas de las caídas de sus hijos. Supongo que para hacerme sentir mejor y ayudarme a sacar de encima ese terrible sentimiento de culpabilidad. Pero hasta que un médico no me dijera que podía estar tranquila, nada me podría consolar. Aún así, agradezco mucho a estas mamis que me intentaran sosegar. Comprobé realmente que esto es algo que pasa muy a menudo lógicamente y que el peor golpe es el primero (siempre que no sea algo grave por supuesto). También me comentaron que los niños son más trastos que las niñas. Pues vamos bien, si a estas alturas ya es travieso, cuando camine qué hago????

Después de saltarme todo el protocolo a mi llegada y plantarme delante de una doctora en urgencias sin pasar por recepción ni la sala de espera (era la primera vez que iba, todo hay que decirlo), me tranquilizaron con una primera y rápida observación. Después estuve ese ratito esperando con las otras madres y luego ya llegaron las radiografías. Descartaron hacer una de cabeza porque no había ni chichón. Hicieron un par de la clavícula porque el niño se había quejado al palparle. Durante unos minutos rumiamos la posibilidad de una fisura. En ese rato, unas madres que nos acompañaban nos hicieron el relato de turno de la rotura de clavícula de sus sobrinos/primos/hijos/etc. Lejos de consolarnos a mi marido y a mi, nos angustiaba todavía más imaginar a pobres críos así aunque en el fondo dudábamos que fuese nuestro caso porque nuestro hijo estaba tan pancho. Finalmente, ni fisura ni nada. Nos volvimos con el peque como una rosa y la recomendación de observarlo un poquito durante la noche.

Estas experiencias sirven realmente para aprender a no bajar nunca la guardia y darnos cuenta de la responsabilidad tan grande que tenemos. También debemos ser menos duras con nosotras mismas. Tuve un sentimiento de culpabilidad enorme aquella noche porque, ciertamente, esa caída era evitable. Pero cuando los niños caminan y no podemos estar a su lado las 24h, también caerán y se darán golpes. Está claro que tomaremos las precauciones necesarias para que se muevan en un entorno seguro pero tropezarán, caerán y llorarán. El primer golpe duele el doble porque es el primer susto y la primera visita a urgencias. Me sentí como si me graduara finalmente al escuchar a las otras madres y por dentro las envidié al verlas tan seguras. También llamamos a una amiga a la que pusimos en un compromiso sin querer porque cuando se trata del hijo de otros, no puedes decirle que lo observe y se quede en casa si aparentemente está todo bien. Nos recomendó ir de urgencias. Normal, si luego se complicara por no haber acudido a un médico, se sentiría fatal. Desde luego, tratándose de bebés yo recomedaré mil veces ir a urgencias y salir de dudas.

Una lección más en esta carrera como madre. ¡Y lo que está por llegar!

domingo, 5 de mayo de 2013

¡Feliz día de la madre!

Hola mamis!!!



Hoy el espíritu del post es obligado porque en un día como hoy toca hacer un homenaje a toooodas las madres del mundo. Porque a todas, absolutamente todas, nos une el sentimiento más grande que existe, el amor incondicional por nuestros hijos. Una vez nos convertimos en madres, esos seres pequeños e indefensos se convierten en nuestra razón de ser. Creíamos que nunca querríamos a nadie más que a nuestros padres, hermanos o pareja pero en cuanto sabemos que estamos embarazadas, eso que crece dentro de nosotras lo es todo ya en nuestra vida. Mucho antes de verle la carita lo sentimos y lo sabemos. No sé si será porque nos necesitan absolutamente para sobrevivir, porque se ha forjado ya algún tipo de conexión en el vientre materno o sencillamente porque son parte de nosotras. Pero nos enamoramos de esa criatura hasta lo más profundo de nuestro corazón. Y este sentimiento no se desgasta ni se apaga. Ese amor se irá con nosotras cuando nos despidamos de este mundo. Y seguro que desde dónde estemos seguiremos queriendo a nuestros hijos.

Pero ser madre no es únicamente querer, también es sufrir y preocuparse. "Cuando seas madre ya me entenderás". A quién no le ha soltado alguna vez esta frase su madre? Pues tienen razón, claro. Pero creo que hay que saber convivir con ese sufrimiento y no expresarlo continuamente cuando nuestros hijos se constipan, han de trabajar de noche, salir de viaje o simplemente pasan por cualquier problema. Ahora voy a hablar como hija. Siempre he sabido que mi madre estaba ahí. Para compartir alegrías, desahogarme, refugiarme... Y ella nunca ha escondido su preocupación cuando me ha pasado cualquier cosa, aunque fuera la tontería más insignificante. Y no nos engañemos, que nos caiga el sermón de "Cuídate, ve al médico, no salgas, ve con cuidado" acompañado de las pertinentes llamadas de comprobación nos ha agobiado en muchas ocasiones. Claro que también me pregunto, si un día mi madre llegara a despreocuparse, lo echaría de menos? Cuando mi hijo sea mayor, haré lo mismo o, como he dicho antes, lograré controlarme? Seré una drama mamá como cuenta nuestra famosa compañera blogger? Espero que no pero tampoco voy a poner la mano en el fuego.

Hay cosas que van incluídas en el contrato de madre. Querer saber en todo momento dónde y cómo están nuestros hijos, si se encuentran bien o si tienen todo lo que necesitan son cosas básicas. Después llegan los aspectos profundos de la vida como saber que va a poder volar solo y crear su propia família. Creo que el ser abuelo llena tantísimo a nuestros padres porque ven su tarea completada. Nos han tenido, nos han criado y han visto como hemos creado nuestra família como ellos hicieron en su día. Pocas cosas deben causar tanto orgullo como esta.

Cuando maduramos aprendemos a estar agradecidas a nuestras madres por el sacrificio que han aceptado durante toda su vida por cuidarnos, educarnos y llevarnos de la mano hasta que nos hemos convertido en seres adultos. Pero no es hasta que somos madres y vivimos en primera persona ese proceso que nos damos cuenta realmente de lo que significa. Por otro lado, somos madres del siglo XXI y las cosas son más fáciles ahora aunque solo sea porque la tecnología y diseño ha avanzado faciltándonos las tareas diarias (os imaginais usar y lavar cada día pañales de tela????) y porque los papás se implican muchísimo más en todo. Con lo cual, aún tiene más mérito lo que hicieron nuestras predecesoras. Así que, si más argumentación, quiero dar las gracias a todas nuestras madres por enseñarnos a querer y a cumplir con el mejor papel de esta película que es la vida, el de madres. Y a todas vosotras, mamis, que tengáis un muuuuy feliz día!!