miércoles, 22 de octubre de 2014

Pensando en el futuro



Hay momentos en los que, viendo crecer a tu hijo, te da por pensar en que has de ir tomando decisiones que afectarán a su desarrollo y a su futuro. Algunas cosas son obvias pero hay otras en las que no te habías parado a pensar antes.. A veces es cierto que exageramos pero ¿quién dijo que es malo ser precavida?

Por ejemplo, a sus 26 meses de edad, ya estamos estudiando los colegios. Esto es más serio que la guardería ya que un colegio puede marcar la vida de un niño ya que hablamos de su educación y sus amistades de adolescencia o toda la vida. Descartados los colegios pijos bilingües por razones obvias para una familia de ingresos normales, toca pensar en los públicos y los concertados. Aquí viene cuando tus conocidos están divididos entre unos y otros. Decides estudiar ambas opciones y valorar la cercanía de unos y otros. Entonces pasas a revisar los informes, cualificaciones y rankings. Por cierto, cuando veas claras tus preferencias será cuando alguna amiga te diga que su experiencia en tal escuela no fue muy grata. Y ya te habrán fastidiado porque con lo que te había costado hacerte una idea clara, ahora te arruinan la imagen del centro. Mi consejo es: preguntad al principio pero después aislaros de opiniones porque no habrá quórum nunca.

Total, que después de valorar famas, distancias, transportes y organización además de programar visitas, tu lista se reduce a tres colegios. Por supuesto, esperas acertar porque de esto dependerá que tu hijo alcance los 18 años con notas impecables, encarado a una carrera universitaria con amigos aplicados y buenos chicos (no fumadores) que lo lleven por el buen camino toda la vida. Y por supuesto sin novias que lo distraigan por lo menos hasta que se licencie. Una película que todas las madres firmábamos ahora mismo al escoger el temido colegio. Pero al final la suerte dependerá de tu instinto al elegir y la personalidad de tu hijo durante su desarrollo.

¿Y qué me decís del inglés? Porque, descartado como he dicho el Saint George School, crees que tu hijo está perdiendo el tiempo si no comienza ya con el inglés. "Son esponjas" "Ahora lo repiten todo" "Este es el momento para que empiece a aprender idiomas" Te repiten tanto la cancioncita que al final cedes y lo apuntas a esa famosa academia tan colorida para niños. Por un nada módico precio lo arrastras a clase 45 minutos a la semana y al cabo de un mes consigues que se aprenda las cancioncitas con las que lo tienes que taladrar cada día. No ves clara la inversión pero te autoconvences de que le estás haciendo un bien y que con diez años ya podrá pasar a aprender chino.

Pero es que nuestras preocupaciones a veces no se acaban ahí. Mi peque por ejemplo es propenso a las bronquitis, yo algo asmática, y  sólo me faltaba que me confirmaran (porque en el ambiente se nota) que nuestro barrio se ve especialmente afectado por los altos niveles de contaminación de Barcelona. Con la previsión de mudarnos a un piso más grande en un futuro cercano, valoramos ahora también la posibilidad de salir de la ciudad. Algo que por nosotros dos no haríamos pero cuando tienes hijos lo reflexionas todo. Nuestros pulmones tendrán poco remedio ya pero.. ¿y los suyos?

He comentado muchas veces el tópico de que las prioridades cambian cuando tienes hijos pero es que también cambia nuestra forma de pensar y valorar cómo vivimos o cualquier cosa que ocurre a nuestro alrededor. Cuando eres tú sola y tu pareja, en cualquier circunstancia sigues tirando adelante: con altibajos laborales, pisos pequeños, coches de dos puertas, la nevera medio vacía... pero cómo cambia la cosa cuando pasamos a ser tres. Hasta el mundo nos preocupa más y miramos las noticias desde otra perspectiva. Esto se llama responsabilidad, muy buena si se queda en eso solamente y no pasa al grado de obsesión.

Tal vez, sencillamente sólo deseamos para nuestros hijos lo mejor y que lleguen más lejos que nosotros. Y esto me hace pensar en algo que reservo para próximos posts. ¿Nos hacemos una idea preconcebida de lo que han de ser nuestros hijos? ¿Queremos fotocopias nuestras? ¿Creamos falsas expectativas? ¿Les exigiremos demasiado? Pensándolo bien, creo que me queda un poco lejos esta reflexión ;-)

miércoles, 1 de octubre de 2014

Los niños y la ropa



Hoy os voy a hablar de lo que he aprendido en estos dos años y pico paseándome por tiendas infantiles para comprarle ropa a mi hijo. De cómo acabamos "interpretando" las tallas, cómo nos damos cuenta de que nuestro hijo crece de pecho pero no de pantalón, cómo tiene un número para según qué zapatos y otro para otros, cómo vuelan las ventas especiales online y para qué lo vistes en una tienda o en otra. Y voy a hablar de marcas pues a lo mejor os sirve de consejo.

Para empezar, os reconoceré un tópico. Es mucho más atractivo mirar la ropa de niña. No digo que no haya ropa monísima para niños pero... a veces hasta me da la sensación de que las tiendas exponen el doble de ropa para nena que para nene. Y los colores son infinitamente más llamativos, lógico por otra parte ya que los rosas y los lazos son exclusivos para ellas. Pero entras en el local y a mano derecha ves alegría: topos, corazones, dibujitos, faldas de bailarina... y a la izquierda ves monotonía, polos, tejanos y algún Batman de vez en cuando. Para alegrarte la vista hasta te pones a pensar en algún cumpleaños próximo de alguna amiguita con tal de tener una excusa para mirar esa ropa.

Pero vamos al lío, a continuación os pongo algunas de las tiendas más populares:

H&M: Aquí hacen lo que llaman "tallas completas", que traducido viene a ser que la prenda de 2 años te sirve hasta que cumpla los 3. Vamos, que el pijama le va a hacer bolsa y tendrás que remangar el pantalón. Pero claro, lo de comprar una talla menor de la edad de tu crío, pues da hasta rabia porque nuestro chip siempre es "comprar grande para que le dure", aunque parezca que se lo ha quitado a un hermano mayor que no tiene. Calidad/precio no está mal y tienen cosas monas.

ZARA: Este es un ejemplo de lo que os comentaba de doble talla para arriba o para abajo. Las camisetas/jerséis coinciden siempre con la edad de mi hijo pero los pantalones siempre se le caen. Los tengo que coger al máximo por dentro incluso ahora que mi hijo tiene 26 meses y lleva pantalones de 18-24. Los pantalones de esta marca que nos regalan (con talla actual o mayor) suelen estar guardados unos meses hasta que se los puedo poner. Los diseños me gustan mucho y el precio correcto

BENETTON: Esta marca es siempre atractiva para la vista aunque los modelos se repitan mucho. Lo bueno es que encuentras ropa de arreglar y también deportiva para el día a día. Y suelen equilibrar bastante la oferta para niño y niña. El tallaje no me da demasiados quebraderos de cabeza. Pero encuentro la ropa carilla. Acostumbro a ir en rebajas. Buena marca para hacer regalitos cucos.

PRYMARK: No nos engañemos, esta es marca de batalla total así que no podemos esperar gran calidad. Recomiendo comprar tallas grandes porque las prendas encogen al lavar. Aquí nunca compro pantalones, solo bodies, camisetas, algún jersey o chaqueta y calcetines.

ORQUESTRA: Me parece muy buena iniciativa la de ofrecer un carnet de cliente para obtener descuentos del 50%. Este es un ejemplo de tienda en la que puedes encontrar alguna prenda especial para niño (sobre todo bebé) pero para niña hay cosas mucho más llamativas. Con el carnet, el baremo calidad/precio está muy bien. A precio original no toda la ropa que venden vale lo que marca. Por lo menos, sus tallas son lo que dicen, no hay que hacer ajustes mentales.

PRENATAL: A esta tienda solía ir en rebajas cuando mi hijo era un bebé ya que los precios caían exageradamente. Fuera de rebajas hay cosas caras para mi gusto, como los arrullos y pijamitas de bebé que, eso sí, los tienen monísimos. Aquí toca buscar y rebuscar y sí se pueden encontrar piezas bonitas. Y es que en una tienda grande con muchos artículos es lógico ver de todo. Es cómodo encontrar ropa de bebé y niño, ropa premamá, artículos de puericultura, etc

MANGO KIDS: Desafortunadamente no puedo opinar porque sus prendas son a partir de los 3 años. Y no veo el motivo por el que lo hacen, ellos sabrán. Los precios son similares a Zara y, por lo que intuyo, la calidad igual.

BÓBOLI/TUC TUC: Soy una enamorada de Tuc Tuc y Bóboli. Diseños divertidos y alegres para niños y niñas, aleluya! Las tiendas Tuc Tuc suelen tener poco stock así que puede ocurrir que te cruces con nenes vestidos igual pero vale la pena por lo guapísimos que van con sus dibujos. El precio, no os voy a engañar, es caro. Por eso vale la pena aprovechar las dos veces al año que hacen venta especial en Privalia y otros portales de venta online. Eso sí, ya os podéis poner el despertador porque a las 9h ya no queda casi nada. Y cuando os ponéis es ley de Murphy que internet vaya lento. Pero vale muchísimo la pena porque los precios son fantásticos a pesar de que sea la colección de la temporada pasada que a mi personalmente no me importa en absoluto.

Creo que he mencionado las marcas más conocidas pero no he comentado nada acerca de los zapatos. No descubro ningún secreto cuando digo que es un abuso total que nos hagan pagar por un zapato número 24 lo mismo que por uno 38. Y si no te quieres gastar ese dinero en un modelo de piel (porque te preocupas por el pie de tu hijo), has de acabar comprando esos de 20 euros de plástico que venden en la mayoría de tiendas de ropa. A sus dos años, sólo le he comprado un modelo de estos baratos y no os engaño, le sudaba el pie. Tal vez sea algo maniática con este tema ya que hasta que no se puso en pie no quise ponerle un solo zapato. Aquí sí que no hay tiendas especiales porque suelen poner los mismos precios. Y también puede ocurrir que en un modelo tu hijo se haya saltado una talla y que luego vayas a otra tienda y resulte que no, que sigue con el mismo del verano. Aunque estemos seguras de que en un mes sube de número y tengamos la tentación de comprar la bamba grande poniéndole un calcetín grueso, aquí me temo que no es aconsejable, jeje

Si alguna de vosotras quiere aconsejar alguna tienda, adelante, somos todo ojos!