domingo, 14 de abril de 2013

Una noche diferente

Hola mamis!



Esta mañana nos hemos levantado solos en casa por primera vez desde hace ocho meses. Decidimos que ya era hora de una noche con amigos. Tocaba salir a bailar y desconectar aprovechando que el peque cena genial, duerme del tirón y desayuna aún mejor. Y los abuelos, encantados de la vida. Además, hacía mucho más que ocho meses que no salíamos porque durante el embarazo apetecía poco o nada. Al principio por sueño y luego por lógica incomodidad. Pues bien, querréis saber qué tal resultó la noche. Lo resumiré en algo así como un incumplimiento de las expectativas.

Me di cuenta de que todo ha cambiado y yo he cambiado. Antes de que imaginéis a una mami añorada o con sentinmiento de culpabilidad, os corregiré porque no suelo dramatizar con estas cosas. Una noche es una noche, no una semana. Y los papis son papis pero también pareja y es sano esquivar la rutina de vez en cuando. Pues bien, puede pasar que salgas después de mucho tiempo y recuperes sensaciones en un local al que solías ir, te reencuentres con amigos, charles, bailes e incluso tomes un par de copas que te alegren un poco. Pero también puede pasar que, después de una cena divertida, acabes en el nuevo local fashion de la ciudad, rodeada de veinteañeras con tacones de 15 centímetros vestidas para matar, donde la música no te suene de nada ni la sepas bailar, que a las dos horas tengas dolor de pies y la copa te haya provocado un efecto somnífero. O sea que tanto planear una salida de las de antes y acabas añorando la cama desde la 1. Entonces miras alrededor en la disco y piensas si todo eso forma parte del pasado, si te animarías a volver a ese ritmo de vida nocturno y te miras al espejo preguntándote: "¿Tendré cara de mami?" Te entra entonces una lucha interior entre las ganas de pasarlo bien por ahi y lo bien que lo puedes pasar metiéndote en la cama a descansar.

Por supuesto que esto es pura anécdota porque cualquier día podemos pasarlo bien saliendo así que no hace falta jubilarnos anticipadamente por una noche de cansancio acumulado. Pero es cierto que conozco pocas mamis que se animen a dejar a los peques para salir. La gran mayoría son más bien caseras o les da pena porque entre semana disfrutan poco de sus hijos con el trabajo o simplemente no tienen con quién dejarlos. Aquí hay opiniones para todos los gustos. Pero creo que es muy importante sacar tiempo para la pareja. Sea yendo al cine por la tarde, a cenar, a tomar una copa, a un concierto o al teatro... En las clases preparto, la comadrona nos ponía de deberes hacer cosas antes del parto y ponernos una fecha límite para volver a salir a cenar, en pareja, después del nacimiento del hijo. Nos "obligaba" a evitar temas como biberones, pañales, cólicos, etc. Entiendo el consejo de desconectar pero también comprendo que, sobre todo al principio, nuestros bebés son nuestro tema de conversación favorito. Y si hablas de ello por placer, pues por qué evitarlo?

Imagino que, como todo en la vida, se basa en el equilibrio perfecto. Tiempo para los hijos, la pareja, la familia y los amigos. Saber identificar cuando la rutina puede estar absorviéndonos y animarnos a improvisar. Y, sobre todo, hacer lo que nos apetezca hacer. A veces será una noche de marcha y otras un fin de semana de casa rural por ejemplo. Tengo una pareja de amigos que desconecta haciendo rutas en moto.

Es curioso lo que cambia la vida. La edad cambia el ritmo, unirte a alguien cambia tus costumbres y tener hijos lo cambia absolutamente todo. Echas la vista atrás y crees que no lo pudiste pasar mejor pero no cambias lo que tienes ahora por nada. Y eso es lo bonito de la vida. Todo son etapas y cada una es maravillosa a su manera.

Os voy a dejar otro vídeo: el rap de los padres. La mejor manera de tomarse el estrés de ser papás, con humor!! Estos sí que necesitan un buen "desconnecting"!! ;-)

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