En el mundo de la maternidad hay muchos tópicos pero también
verdades como puños. Hay advertencias que se repiten y se repiten y, en estos
casos, la voz de la experiencia es algo
tener muy en cuenta. Algunos de los avisos nos los apuntamos, otros los dejamos
en la recámara y muchos directamente los ignoramos porque creemos que no es para tanto o que a lo mejor no nos ocurre. El caso es que el tiempo da la razón a muchas de
esas madres que nos avanzaban cosas que iban a suceder. Lo estoy viviendo en
mis propias carnes y también lo he comenzado a observar en otras madres que me
rodean. Os voy a numerar algunas de esas cosas que casi siempre nos acaban
sucediendo:
1.- Comenzar la guardería equivale a tener a tu hijo enfermo
más de la mitad del tiempo
Lo sabéis, mi hijo no lleva ni un mes de guardería. Pues
bien, la semana pasada sólo la pisó un día, un miserable día. Lleva diez días
con tos, despertándose de madrugada y cargadito de mocos. Sabía que podía
suceder, sabía que iba a suceder, que iba a enganchar de todo. Pero no
imaginaba que iba a cazar el primer virus que entrara por la puerta. Y sobre
todo, no me esperaba que le fuera a coger tanto cariño. Por supuesto, es una
situación generalizada en todas las clases de P1. Esto es entrar por la puerta
grande, sí señor.
2.- Tendrás muchas ganas de que camine y luego echarás de
menos cuando no lo hacía
La verdad es que todavía no camina solo pero con su andador
llega dónde le da la gana. Y sí, es un mareo constante ir detrás suyo porque
intenta meterse por los huecos más difíciles e inaccesibles. El pasillo debe
parecerle aburrido y monótono. Lo reconozco, todo era mucho más sencillo cuando
no salía de su alfombrita. Ahora huele el peligro y le atrae la exploración.
Por suerte, el andador hace que sea bastante ruidoso y eso me da pistas de por
dónde camina. Ay, cuando vaya suelto… voy a ver dónde consigo una chichonera.
3.- Tener hijos es caro muuuy caro
Qué lejos quedaron los gastos de dos: gimnasio, estudios complementarios,
hipoteca, cenas, viajes… Ahora tienes guardería, mútua para tres, piscina
para el peque, inglés para el peque y una tarjeta oro en tu farmacia.
Efectivamente, comprendes que el ritmo de vida de las familias es otro y la
administración es otra. Los planes de futuro también son otros y pasan
indudablemente por la calculadora.
4.- Con los segundos, llegan los celos
Esto obviamente no lo he vivido todavía en primera persona
pero lo anoto como apunte de futuro porque lo estoy viendo en amigos. Los
hermanos mayores necesitan un periodo de adaptación cuando llega un hermanito.
Esto es así. Si no se rebelan al principio, lo harán después con pequeños
detalles. Hasta el momento han sido ellos los protagonistas, los que se
llevaban todas las atenciones pero ahora deben aprender a compartir y a entender
que hay una personita que se lleva todos los mimos en este momento.
¿Resultado? Agotamiento extremo para los padres hasta que la situación se
encarrila y se logra una convivencia feliz.
Por supuesto, esto no es una ciencia exacta pero hay situaciones
clásicas, de libro, que nos llegan a todas. Unas son pura anécdota y otras
requieren de grandes dosis de paciencia para que no nos agobien en exceso. Pero
hace gracia ver cómo llegamos a ciertas “bases” en esta carrera de la
maternidad. Porque esto es como una carrera y cada etapa es una base que
debemos alcanzar y superar. Y aunque a veces haya ganas de lanzar el bate y
volver al banquillo, no podemos!! Al fin y al cabo, este es el partido que toda
la vida estábamos esperando jugar, no? ;-)
Es una realidad como un templo de que por mucho que te digan, hasta que no tienes una criatura, todos aquellos tópicos que te dicen, se hacen realidad.
ResponderEliminarHay que tenerlos para entenderlos! xD
Saludos!
Y cuantas veces pensábamos "Qué exagerados son!" Jaja, Si es que no se puede hablar!!
ResponderEliminarSaludos!!