miércoles, 21 de noviembre de 2012

Y ese día llega al fin


¿Qué tal mamis? Aquí estoy de nuevo un miércoles más, deseando compartir recuerdos y vivencias prenatales con vosotras. Pero no quisiera empezar antes de daros las gracias por el apoyo y por correr la voz sobre la existencia de este Blog.

Sé que a algunas de vosotras os queda lejos el embarazo pero estoy convencida de que hay cosas que no se olvidan. Y no está de más refrescar la memoria porque sé que más de una piensa repetir ;-)

¿Cómo pepararse para lo impredecible?

No hay dos partos iguales ni ginecólogo en este mundo que pueda avanzar cuando y cómo va a llegar tu hijo al mundo. Bueno, exceptuando las cesáreas programadas, claro. Pero no he abierto este post para hablar del parto propiamente dicho ni para explicar el mío. De lo que quiero hablar es de cómo una primeriza se puede preparar para ese momento y si existe manera de alejar los miedos lógicos ante lo desconocido.

En mi caso, como era imposible  intuir el cuando y cómo iba a llegar, decidí empaparme de cuantas más experiencias ajenas mejor. Tal vez pensara que escuchando, viendo y leyendo cientos de partos, habría visto las mil y una maneras de dar a luz y alguna de ellas encajara con la mía propia. Con lo cual, ya iría empollada al gran día. Mis vías de conocimiento (porque no se me ocurre otra expresión para englobarlo todo) fueron: las clases preparto, webs en las que mujeres de todo el país comparten sus experiencias, programas de TV como Baby Boom o Embarazada a los 16 (aunque por edad se me escapaba... bastante, ejem..) y amigas ya madres.

Las clases preparto fueron para mi una gran fuente de información, para aprender cosas y darme cuenta de lo ignorantes que podemos llegar a ser. Porque las dudas que se comentaron en voz alta podían ir desde si podemos permitirnos una copita de vino hasta si podemos romper aguas en el mar sin enterarnos. La matrona que nos tocó se acabó conviertiendo en una profe que te dejaba decir barbaridades para después corregirte no sin cierto sarcasmo. Y aunque repito que las encontré muy útiles, por mucho que te aclaren las falsas alarmas me parece que más de una y de dos se fue para el hospital a la media hora de contracciones. Porque controlar el tapón mucoso, contar las contracciones, observar el color del líquido amniótico, hacer los ejercicios de la pelota, avisar a tu marido (y calmarlo), darte una ducha antes de salir y llegar al hospital sin un ataque de nervios puede ser muuuuy complicado. De todo esto, ¡yo tan sólo hice un par de cosas! Y que tengas suerte y no te manden de nuevo para casita.

Ahh, el famoso Baby Boom de La Sexta, ese programa que te permite meter la nariz en el momento más íntimo que puede vivir una mujer en su vida. Ese programa que saca nuestro lado más cotilla porque nos permite opinar desde casa no sólo sobre cómo afrontan el parto las madres sino sobre sus maridos, madres, suegras, situación laboral y hasta el color de las paredes de sus casas. Y pese a sentirme agradecida con las protagonistas por compartir algo tan bonito como es dar a luz, sólo me asalta una pregunta: "¿Cómo se dejan filmar en semejante situación?" Caras desencajadas, llantos, gritos, espatarradas con las piernas abiertas, sudorosas y luego con el moco colgando cuando rompen a llorar de felicidad al coger a la criatura. ¡Yo quemaría algunas de mis fotos en el hospital si no fuera porque sale mi hijo! Se ha criticado mucho este programa, entre otras cosas por emitir comentarios de enfermeras y matronas criticando o comentando frívolamente algunos casos de sus parturientas. Y también por lo surrealista de las situaciones en las que las salas de parto eran poco menos que Las Ramblas con un ir y venir de familiares. Pero bueno, a mi me gustó, no faltó mi lagrimita al ver las caritas de los bebés al nacer y como todos fueron finales felices, pues qué más quería.

¿Embarazada a los 16? Un espectáculo televisivo en el que lo de menos son los bebés ya que lo que vende son las broncas entre las parejas adolescentes, las abuelas ogro (porque las madres de las chicas de este programa se las traen, la más buena pone de patitas en la calle a la hija y la nieta) y los problemas económicos unidos a no poder acabar los estudios. Ya se sabe que de todo sacan un reality los americanos.

Y así llegó agosto con la cabeza hecha un lío con todo lo que había leído y visto por el todopoderoso Youtube acerca de partos: parir en casa en Holanda, exceso de cesáreas en España, parir en el agua, con oxitocina o sin, episotomía, de pie, estirada, haciendo el pino puente y cientos de detalles que al final casi siempre acaban en papel mojado porque cuando una llega al hospital de parto, lo más probable es que se deje llevar por los médicos y quién manda es la naturaleza o, en este caso, el bebé.

Puedes soñar con el parto, con verle la carita por primera vez, incluso con ayudar a sacarlo. Y a lo mejor no pasa naaaada de lo que imaginaste porque es cerarea y te duermen por completo. Pero lo que nadie nos quita es ese primer instante en el que le ves la cara, en el que conoces a esa personita que ha vivido dentro tuyo durante 9 meses. Y cualquier dolor o sacrificio queda en el olvido para siempre porque nada vale más que ese bebé.

Y sin comerlo ni beberlo, me ha quedado un final de lo más sensiblón. Prometo volver a mi tono habitual en mi próxima entrada. ¿Habéis hecho cálculos del dineral que cuesta preparar la llegada de un niño? ¿Habéis restado lo realmente innecesario? ¿O sentís que sin todo eso el crío no puede llegar a este mundo? Porque nuestro niño NO puede llegar sin una funda ajustable e impermeable para el maxi cosi y sin un buen paraguas para protegerlo del sol. O sin esa protección solar que jamás le pondrás de bebé porque nadie te dijo que su piel es demasiado delicada para un potingue de estos. Pero esto ya forma parte de otro post.

¡Besos y abrazos con polvitos de talco!



2 comentarios:

  1. He de reconocer que he sido una fan incondicional de Baby boom y embarazada a los 16! De Baby bomm he de decir que me encantó, que me emocioné y en muchos lloré, bueno aunque esto ultimo no es novedad porque desde que tengo a mi pequeña, lloro muchísimo más! Soy incapaz de ver algo en que un nino pueda sufrir!
    Respecto al parto, al mio quiero decir, fue cesaria. Recerdo que me planificaron la cesaria para el 10 y el nueve me puse de parto, pero igualmente fue cesaria porque no dilataba! Pero si una cosa es cierta, es que todo compensa cuando le ves la cara a tu pequeña! Aunque he de reconocer que lo primero que pense es: todo eso estaba dentro de mi?? Mi hija pesó al nace 3,990!!!
    Sigue posteando monica que me encanta!!! Bsts a todas!!

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  2. Sé que has sido fan incondicional porque compartimos lagrimillas y cotilleos. ¡La lágrima fácil comienza en el embarazo y creo que ya no nos abandona nunca! Y si, nuestros pequeñ@s okupas debían hacer malanbares para acomodarse ahí dentro, jeje. Gracias por tu apoyo al Blog!!

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